Escena primera
JORDANA, de frac; dos HERMANAS DE LA CARIDAD; después LA MARQUESA
HERMANA 1ª.— Todo está dispuesto.
JORDANA.— No olvidar los ramos para las señoras. Cuidadito con el servicio del buffet. ¿Han traído el champagne y los licores? HERMANA 1ª.— Sí, señor. (Retíranse, y Jordana las llama.) JORDANA.— Ya saben que a los chicos se les da una merienda...
HERMANA 2ª.— Y un extraordinario a los convalecientes.
JORDANA.— Justo.
HERMANA 1ª.— Nada faltará, Sr. D. Manuel. Esté tranquilo. (Vanse las Hermanas.) LA MARQUESA.— (entrando presurosa e inquieta, como buscando a alguien.) ¡Ah!... Jordana. ¿Ha visto usted a mi hijo? JORDANA.— ¿Daniel? Sí; en la iglesia entró hace un momento... ¡Pero qué pronto han venido ustedes! Esto se llama puntualidad.
LA MARQUESA.— Se llama anticipación. Yo suelo anticiparme para coger un buen puesto.
JORDANA.— Usted lo tiene siempre. Dispénseme, señora Marquesa. Tengo que dar órdenes... (Mirando por la puerta de la iglesia.) Ya le tiene usted ahí. (Vase Jordana por el fondo.)