Skip to main content

Realidad: Escena III

Realidad
Escena III
    • Notifications
    • Privacy
  • Project HomeBenito Pérez Galdós - Textos casi completos
  • Projects
  • Learn more about Manifold

Notes

Show the following:

  • Annotations
  • Resources
Search within:

Adjust appearance:

  • font
    Font style
  • color scheme
  • Margins
table of contents
  1. Portada
  2. Información
  3. Realidad
  4. Dramatis personae
  5. Jornada I
    1. Escena I
    2. Escena II
    3. Escena III
    4. Escena IV
    5. Escena V
    6. Escena VI
    7. Escena VII
    8. Escena VIII
  6. Jornada II
    1. Escena I
    2. Escena II
    3. Escena III
    4. Escena IV
    5. Escena V
    6. Escena VI
    7. Escena VII
    8. Escena VIII
    9. Escena IX
    10. Escena X
  7. Jornada III
    1. Escena I
    2. Escena II
    3. Escena III
    4. Escena IV
    5. Escena V
    6. Escena VI
    7. Escena VII
    8. Escena VIII
    9. Escena IX
  8. Jornada IV
    1. Escena I
    2. Escena II
    3. Escena III
    4. Escena IV
    5. Escena V
    6. Escena VI
    7. Escena VII
    8. Escena VIII
    9. Escena IX
    10. Escena X
    11. Escena XI
    12. Escena XII
    13. Escena XIII
    14. Escena XIV
    15. Escena XV
    16. Escena XVI
  9. Jornada V
    1. Escena I
    2. Escena II
    3. Escena III
    4. Escena IV
    5. Escena V
    6. Escena VI
    7. Escena VII
    8. Escena VIII
    9. Escena IX
    10. Escena X
    11. Escena XI
    12. Escena XII
    13. Escena XIII
  10. Autor
  11. Otros textos
  12. CoverPage

Escena III

FEDERICO, INFANTE.

INFANTE.— Pero hombre, ¿estás en ti? Si le maltrataras gravemente, ¿no sabes que podría costarte la torta un pan?

FEDERICO.— Iré a la cárcel... ¡Qué vergüenza, qué leyes! Si esto se llevara a la justicia, a mí me condenarían, y a ellos les casaban. ¡Y a esto llaman organismo social! La ley protege la deshonra, y el Estado es el amparador de los criminales.

(Entra en el portal.)

INFANTE.— No me despido. En la calle te he librado de hacer un disparate, y ahora entro contigo para impedirte hacer otro en tu casa.

FEDERICO.— A esa chiquilla sin seso y de condición villana, le enseñaré yo el respeto que debe a su nombre. ¡Qué falta de pudor! ¡Qué vileza!

INFANTE.— ¡Ay, amigo mío (ambos encienden cerillas y suben), no echas de ver que se han quedado muy atrás los tiempos calderonianos!

FEDERICO.— Sí, y también echo de ver la gran diferencia en favor de aquellos.

¿Pero tú crees que si en nuestra edad se usara el ceñir espada, se me escapa ese tipo asqueroso? Le atravieso en el acto.

INFANTE.— Más vale que no usemos armas.

FEDERICO.— (llega a su habitación y llama.) Verás, verás como ahora resulta que nadie ha visto nada, que todo es figuración mía y ganas de reñir. Estas canallas de mujeres me la han de pagar.

Annotate

Next / Sigue leyendo
Escena IV
PreviousNext
Powered by Manifold Scholarship. Learn more at
Opens in new tab or windowmanifoldapp.org