Escena XIV
Dichos; DON JOSÉ, RUFINA, DON CÉSAR.
DON JOSÉ.— (Presentando a RUFINA.) Mi nieta.
ROSARIO.— ¡Qué linda! (Se besan cariñosamente.)
DON CÉSAR.— (Quedándose en el fondo hacia la derecha, contempla a ROSARIO con arrobamiento. Avanza y hace una gran reverencia, a la cual contesta ROSARIO fríamente.) ¡Qué hermosa! ¡Brava mujer!
(Entran de nuevo por la derecha RAFAELA y VÍCTOR en busca de más ropa.)
¿Qué haces aquí? (A VÍCTOR con displicencia.) A la fábrica pronto. Suspende el trabajo que te encargué... Y esta tarde puedes pasear. Pero lejos, lejos...
VÍCTOR.— (Retirándose por la puerta derecha, segundo término.) Bien, señor... Lejos iré, muy lejos...
DON JOSÉ.— (A ROSARIO.) ¿Y qué... comemos? Es la hora.
ROSARIO.— (Con prisa.) Cinco minutos nada más. Salgo al instante. (Corre hacia su cuarto.)
DON JOSÉ.— Cinco minutos, niña. (Gritando hacia fuera.) ¡Lorenza, la sopa!
FIN DEL ACTO I