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Vigencias de don Benito: CRUELES NO SON, PERO MACHISTAS: LA REPRESENTACIÓN DE LA MASCULINIDAD Y FEMINIDAD EN MARIANELA Y TRISTANA

Vigencias de don Benito
CRUELES NO SON, PERO MACHISTAS: LA REPRESENTACIÓN DE LA MASCULINIDAD Y FEMINIDAD EN MARIANELA Y TRISTANA
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  1. PORTADA
  2. CONTRAPORTADA
  3. ÍNDICE
  4. INTRODUCCIÓN
  5. I MARGINALIDAD DE MARIANELA Y REPRESENTACIONES DE GÉNERO
    1. AMORES EN TIEMPOS DESIGUALES
    2. CRUELES NO SON, PERO MACHISTAS: LA REPRESENTACIÓN DE LA MASCULINIDAD Y FEMINIDAD EN MARIANELA Y TRISTANA
  6. II TRISTANA REVISITADA
    1. EL PREDADOR Y SU VÍCTIMA: EL INCESTO Y EL TRAUMA PSICOSEXUAL EN TRISTANA
    2. UNA SOCIEDAD INMISERICORDE: LA DISCAPACIDAD EN LA SOCIEDAD DE TRISTANA
  7. III CARAS DE LA MISERICORDIA
    1. LA CEGUERA DEL ALMA: SIN CARIDAD NO EXISTE MISERICORDIA
    2. LA FANTASÍA Y LA REALIDAD SON LA DOBLE CARA EN MISERICORDIA
  8. OBRAS CITADAS

CRUELES NO SON, PERO MACHISTAS: LA REPRESENTACIÓN DE LA MASCULINIDAD Y FEMINIDAD EN MARIANELA Y TRISTANA

Yunilda Acevedo

No se trata de tener derecho a ser iguales, sino de tener igual derecho a ser diferentes. Octavio Paz

En la actualidad el tema de los roles de género es un tema que nos concierne a todos y a todas por igual. Desde muy pequeños, nos inculcan una errónea educación acerca de lo que puedes y no puedes hacer en la vida, por ejemplo: en cuanto apariencia y vestimenta, actividades y pasatiempos, emociones que demostramos, responsabilidades, metas, comportamientos, etc. Estas y otras razones más son las que nos crean una atadura para adquirir la igualdad al derecho de ser diferentes, de triunfar en la vida. A su vez, también nos meten en la cabeza esos estereotipos de género de que el hombre es o tiene que ser fuerte, dominante, valiente, independiente, audaz, rudo. Mientras que la mujer es sentimental, dependiente en cuanto a sentimientos, recatada, frágil, sumisa, dulce. Esta es la educación aprendida por nuestra sociedad que nos hace pensar que el sexo de una persona tiene que estar relacionada con su capacidad para desempeñar cualquier tipo de trabajo.

El objetivo de este ensayo es el estudio descriptivo de la representación de los personajes femeninos como: Florentina y Tristana y los personajes masculinos como: Horacio y don Lope, a través del análisis en las siguientes obras: Marianela (1878) y Tristana (1892). Aunque parezca un poco retador el hablar de estas dos novelas, las he seleccionado porque creo fuertemente que ambas nos muestran un mensaje para el día a día. Marianela y Tristana, ambas son novelas realistas que todo amante y no amante de la literatura galdosiana debería leer. Son novelas en las que, aunque nos parezcan crueles, no lo son, simplemente porque así es la vida real. Así es una “novela realista”, donde los protagonistas mueren y el final de la historia no es feliz.

1. MODELOS DE MUJER: DE FLORENTINA A TRISTANA

Un personaje femenino en Marianela de Benito Pérez Galdós que me gustaría describir es Florentina. Ella es la prima de Pablo, una mujer muy hermosa y joven. La primera vez que Marianela la ve cree que es la virgen. Es muy buena y generosa, bueno, al menos eso es lo que ella le hace creer a la sociedad. Pero, como lector, te darás cuenta de que todo lo que ella hace es para el que dirán y no de corazón. Florentina es rica de nacimiento y es la mejor candidata para ser la esposa de Pablo según su padre. Ella es fuerte, soñadora, extravagante y extraordinaria. Al principio de la historia vemos como ella se echa a correr por el campo al aire libre, mostrando su disfrute de libertad ante la naturaleza. Ya que al ser una chica mimada ante su padre y de venir de la ciudad no tiene esos placeres de disfrutar la naturaleza con libertad: “—Hija mía, ¿a dónde vas?, ¿qué es eso? —dijo el padre, visiblemente contrariado—. ¿Te parece bien que corras de ese modo detrás de un insecto como los chiquillos vagabundos?... Mucha formalidad, hija mía. Las señoritas criadas entre la buena sociedad no hacen eso... no hacen eso...” (Marianela Cap. XIV). Claramente vemos cómo el rol de género limita a Florentina de mostrarse tal y como ella. Con esta frase vemos que ella no puede disfrutar de la naturaleza como Marianela, lo hace porque, según su padre, una señorita de la alta sociedad tiene que comportarse como tal. Podemos comparar a Florentina con Tristana de Benito Pérez Galdós. Tristana es una chica pobre y huérfana con deseos de ser libre e independiente. Vemos que, al principio de la lectura, ella siente un gusto exquisito por el arte, pues nos da a conocer que quiere ser actriz. Y es que esta profesión para aquella época estaba considerada como sinónimo de libertinaje y prostitución. En otras palabras, el ser actriz no estaba aceptado por la sociedad y menos para la mujer. Y es aquí una vez más donde queda demostrado que el rol del género femenino se veía atado ante una desigualdad social que se ve reflejado hasta en tus sueños de ser alguien en la vida. Tristana es una joven huérfana, criada por un viejo de la tercera edad llamado Don Lope y el responsable de deshonrar desde muy temprana edad a Tristana teniendo relaciones sexuales. Tristana quiere ser libre y rechaza el matrimonio porque para ella el matrimonio representa esclavitud. Esto claramente lo vemos en una conversación que ella tiene con Saturna:

—Mira, tú —decía Tristana a la que, más que sirviente, era para ella una fiel amiga—, no todo lo que este hombre perverso nos enseña es disparatado, y algo de lo que habla tiene mucho intríngulis... Porque lo que es talento, no se puede negar que le sobra. ¿No te parece a ti que lo que dice del matrimonio es la pura razón? Yo... te lo confieso, aunque me riñas, creo como él que eso de encadenarse a otra persona por toda la vida es invención del diablo... ¿No lo crees tú? Te reirás cuando te diga que no quisiera casarme nunca, que me gustaría vivir siempre libre. Ya, ya sé lo que estás pensando; que me curo en salud, porque después de lo que me ha pasado con este hombre, y siendo pobre como soy, nadie querrá cargar conmigo. ¿No es eso, mujer, no es eso?” (Tristana Cap. V).

En otras palabras, Tristana quería vivir libre sin compromisos alguno de matrimonio. Ella no quería encadenarse con alguien otra vez ya que las cadenas que la sostenía viviendo con don lope eran muy fuertes para romperlas a causa de su deshonra. También nos damos cuenta de que don Lope fue astuto al inculcarle esa idea sobre matrimonio de no quererse casar nunca, ya que por un lado a él le convenía para que así nunca ella le exigiera algún tipo de compromisos. Después de su deseo de ser actriz vemos que nace el deseo por la pintura, luego la música, después religiosa y por último repostera. Su espacio a la libertad cada vez se volvió más estrecho. En otras palabras, la dinámica que vemos es que paso de la fantasía a la realidad, del mundo más grande al más pequeño.

Como podemos notar, estos dos personajes femeninos tienen en común que ambas desean la libertad de ser diferentes sin tener que acatar a las reglas que la sociedad le ha enseñado que debe de ser. Son mujeres fuertes, soñadoras, que a pesar de que Florentina no lo demuestre mucho sabemos que una buena soñadora porque no cualquier mujer en el siglo XIX podía ejercer una carrera o un trabajo. Sin embargo, ella crea extraordinarios vestidos de gala. Florentina y Tristana buscan la emancipación o independencia de la mujer, aunque en diferentes formas: Florentina a través de sus recreaciones de trajes mostrando así a la mujer moderna e independiente del siglo XXI y Tristana con sus sueños de ser actriz, escritora y odiando el matrimonio, aunque al final ella termine casada como Florentina. Tristana, su deseo de libertad termina con aquella pierna de madera que simboliza el fin de sus sueños, porque, en el contexto de la época, nadie querrá una actriz sin pierna. La joven aquella que quiere ser libre e independiente y que proclama el rechazo al matrimonio termina dependiendo de Don Lope y de una pierna de madera. Ambas mujeres son jóvenes y bellas. Y ambas son criadas sin una figura materna, es decir, ambas son criadas por una figura masculina: Florentina es criada por su padre y Tristana es criada por don Lope.

A pesar de que estas mujeres tienen tanto en común, también tienen sus diferencias. Tristana es una mujer determinista que proclaman el rechazo del matrimonio lo que implica las ataduras de su libertad y terminan casándose; no vive una vida mimada de niña rica, con todos los lujos como la vive Florentina. También Florentina termina casándose, pero a diferencia de Tristana ella si amaba la posición del matrimonio y por ende la vemos felizmente casada con Pablo al final de la novela. Mas, sin embargo, a Tristana la vemos tristemente casada porque no tuvo otra opción, es decir, nadie se iría a casar con una mujer a quien le han mutilado una pierna. También a Florentina el destino no le juega una mala jugada mutilando una pierna como le pasó a Tristana.

La imagen que ofrecen estos textos de la posición de la mujer en la sociedad del siglo XIX es que la mujer no tenía ni voz ni voto, es decir, nos muestran la cruda realidad de desigualdad de género que existía en aquel tiempo. Esa necesidad de los derechos de la mujer a la educación, la necesidad de la independencia económica como baluarte de una verdadera libertad no estaban permitidos para ellas porque simplemente el género masculino era el que tomaba las decisiones y el que tenía la fuerza económicamente. La mujer estaba considerada como un objeto sexual que cubría sus necesidades sexuales y una ama de casa quienes tenían que desempeñar bien sus roles domésticos; haciéndoles de todo a sus maridos como si fueran niños.

2. MODELOS DE MASCULINIDAD: HORACIO Y DON LOPE

Un personaje masculino de Tristana de Benito Pérez Galdós que me gustaría hablar es Horacio. Es un personaje que se describe como un chico elegante y joven. También es un joven que ama el arte de la pintura, es decir, es un pintor empedernido. Vivió una vida alegre y fructífera con sus padres, pero todo eso cambió cuando sus padres murieron y tuvo que irse a vivir desde muy temprana edad con su abuelo. Se puede decir que el abuelo le frustró gran parte de su vida ya que su abuelo tenía una opinión un poco ignorante acerca de la pintura. Bueno, pero no hay que juzgar ya que no podríamos esperar más del siglo XIX. Al llegar Horacio en ese pueblito atrasado donde vive Tristana, ella se enamora perdidamente de Horacio. Nunca había tenido el placer de ver o tener otro tipo de hombre que no fuera Don Lope. A pesar de que Horacio se refleja como el hombre ideal para Tristana, en realidad este no lo es ya que no tiene muy claras sus ideas acerca de Tristana. Horacio como todo hombre ilusionado al inicio de una nueva relación se presenta ser un hombre moderno quien entiende que no existe desigualdad social y que tanto los hombres como las mujeres tienen el mismo derecho. Pero en realidad vemos que no es tan moderno como presenta serlo. “Esperaba que su constante cariño y la acción del tiempo rebajaría un poco la talla imaginativa y razonable de su ídolo, haciéndola más mujer, más doméstica, más corriente y útil” (Tristana Cap. XIV). En otras palabras, Por muy moderno que fuese Horacio, aun no consentía ese pensamiento de Tristana sobre el matrimonio y su deseo de ser libre. El creía que le cambiaría esa idea loca dándole todo el amor del mundo hasta convencerla y así casarse los dos. Pero como lectores sabemos que esto nunca va a pasar porque Tristana no es una mujer doméstica con la que se puede formar un hogar como los que existían en aquel entonces. Podemos comparar a Horacio con el personaje don Lope en Tristana de Pérez Galdós. Vemos que lo mismo ocurre con don Lope en Tristana. Él es un señor de cierta edad ya avanzada, pero le encantan las mujeres. Es un “Don Juan”. Se puede decir que se muestra en algunas circunstancias como un hombre generoso, pero en otras circunstancias se muestra avaricioso. El es un personaje que seduce a las mujeres y con Tristana hace lo mismo, aprovechándose de su juventud e inocencia. Aunque a ella la acoge con más cariño y más recelos, tanto así que la tiene como una esclava negándole la libertad de salir hacia la calle con el temor de que ella encuentre a alguien más joven y se enamore. No podemos sorprendernos de su comportamiento, en la vida real ese comportamiento de don Lope también lo hacen todos los hombres que le doblan la edad a su pareja, lo hacen esos hombres que no les dan un buen trato a sus compañeras de vida. Entonces muestran su necesidad de celar a su pareja porque saben que en algún momento dado ellas se pueden ir con esa persona que les brinda los que a ellas le hacen falta en el hogar:

Contento estaba el caballero de su adquisición, porque la chica era linda, espabiladilla, de graciosos ademanes, fresca tez y seductora charla. “Dígase lo que se quiera —argüía para su capote, recordando sus sacrificios por sostener a la madre y salvar de la deshonra al papá—, bien me la he ganado. ¿No me pidió Josefina que la ampararse? Pues más amparo no cabe. Bien defendida la tengo de todo peligro; que ahora nadie se atreverá a tocarla al pelo de la ropa” (Tristana Cap. IV).

Según don Lope, Tristana era su recompensa por todos los sacrificios que hizo con su madre Josefina. “Bien me la he ganado”, señala. Esta frase nos muestra el valor tan miserable que tenía una mujer. Para don Lope Tristana era como un trofeo, es decir, un objeto que según él podía hacer y deshacer con ella lo que se le diera la gana. Como lectores nos damos cuenta de que este hombre aparte de ser mayor que Tristana fue el responsable de su deshonra, ya que en aquel entonces toda mujer que viviese con un hombre y tuviese relaciones sexuales sin un matrimonio de por medio era considerada como deshonrada, sin honor ni valor ninguno. Esta representación de la mujer de la deshonra se puede relacionar casi igual que en aquellas remotas obras del siglo de oro. Es increíble cómo la sociedad patriarcal, que valida la seducción en el hombre, castiga la "deshonra" en la mujer, ejerciendo un control social de esta. Y lo más irónico de todo es que don Lope le inculca a Tristana el rechazo al matrimonio simple y llanamente porque odia las ataduras y quiere vivir su vida libre. Pero la vida le juega una mala jugada y vemos que Don Lope termina locamente enamorado de Tristana, haciendo todo lo que ella desea y termina casándose con ella.

Como pueden notar, estos dos personajes Horacio y don Lope quieren esclavizar los sueños y metas de emancipación de Tristana. Disfrutan de los placeres carnales que le ofrece Tristana pero no quieren verla triunfar, cumpliendo sus sueños de que hay un camino más allá que el matrimonio y es el de ser una mujer profesional, dueña de su propio destino y sin ningunas ataduras de roles de género que la detengan. Cabe destacar otras semejanzas en común que tienen estos dos personajes Horacio y don Lope. Al final de cada historia vemos que cada uno termina casándose. Finalmente, don Lope deja de aparentar ante la sociedad lo que no es y decide mudarse a un pueblo como hizo Horacio y vive felizmente casado con su amada Tristana.

De la misma forma que existen estas semejanzas entre estos personajes, de igual forma existen sus diferencias. Podemos notar que don Lope no quería casarse para no perder sus libertades y no tener ningún tipo de compromiso con nadie. Mientras que Horacio mostró un cierto tipo de interés por el matrimonio para experimentar lo que era formar una familia y ser el típico hombre de hogar que tiene el poder en el hogar y en las decisiones de su mujer/pareja.

La imagen que ofrecen en estos textos de la posición del hombre en la sociedad del siglo XIX es que ellos eran los únicos que tenían libertad de hacer lo que se les pegara la gana. Ellos podían tener relaciones sexuales con más de una mujer sin ningún tipo de compromiso. En pocas palabras ellos representan la clara imagen de la desigualdad de género que existía en aquel tiempo.

Personalmente, el texto que más me gustó fue Tristana durante el semestre porque fue la única historia en donde el hombre dejó atrás un poco el machismo y decidió rendirse a las redes del amor. Aquí, en comparación a otras historias pude notar que hubo un poco de igualdad de géneros. Me pareció sumamente importante estos conocimientos que el profesor estableció acerca de los roles de géneros entre hombres y mujeres. Hoy en día podemos notar que la posición de hombres y mujeres en el siglo XIX ha cambiado bastante; la mujer tiene derecho a dar sus opiniones, a elegir a quienes quieren como esposos, a estudiar y obtener una educación universitaria. Hoy en día podemos decir nosotras las mujeres que estamos viviendo esa libertad que tanto buscó Tristana y otras mujeres más en la vida real. Elijo a Tristana porque fue la historia más relevante de la realidad. Cada capítulo que tuve el placer de leer fue sumamente fructífero para mis conocimientos acerca de la desigualdad de género que existió en el siglo XIX y que hoy en la actualidad en pleno siglo XXI sigue existiendo debido a que la sociedad nos inculca una educación errónea acerca de lo que puedes y no puedes hacer en la vida. Debido a que también nos meten en la cabeza esos estereotipos de géneros de que el hombre es o tiene que ser fuerte, dominante, valiente, independiente, audaz, rudo. Mientras que la mujer es sentimental, dependiente en cuanto a sentimientos, recatada, frágil, sumisa, dulce. Esta es la educación aprendida por nuestra sociedad que nos hace pensar que el sexo de una persona tiene que estar relacionada con su capacidad para desempeñar cualquier tipo de trabajo. Esa distinción superior o inferior entre los géneros que existe hasta el día de hoy se ha desarrollado como una percepción, desde el patriarcado, basado en establecer una relación en el que tiene más poder, donde los hombres mandan y las mujeres les sirven. En pleno siglo XXI, la sociedad aún no ha entendido los objetivos de la equidad de género, no han entendido que por ningún motivo deba existir la desigualdad social si todos somos iguales; cada ser un humano desempeña el rol con el que se siente feliz, desempeña un rol con el que se siente libre de ataduras y prejuicios sociales. Desde el principio que se crea el plan de equidad de género es para abolir la discriminación en ambos sexos y que no solo se premie al hombre tal y como eran en décadas atrás. Sin embargo, a través de estas dos novelas Marianela y Tristana no se puede afirmar con exactitud que ambos sexos tengan las mismas oportunidades. Se puede decir que aun en la actualidad, algunos países las mujeres aún siguen ganando menos que los hombres aun desempeñando el mismo trabajo simple y llanamente por ser mujer. A pesar de que en su gran mayoría han podido acceder a la educación, aún sigue siendo notable la desigualdad de salario que existe entre el hombre y la mujer.

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