Epílogo Juan Pedro Criado y Domínguez (c. 1865-1935) “La mujer será tanto mejor poetisa, cuando deje de ser menos mujer"
Es la lírica el espejo del alma de las mujeres; pero lo empañan cuando, desdeñando abandonarse confiadas a la inspiración, demandan extraños auxilios a los artificios retóricos y a los alambicamientos de la pedantería, en busca de un éxito ficticio. He aquí por qué el tipo de la poetisa romántica […] queriendo endiosarse a sí misma al pretender substraerse a los yugos que a su propia naturaleza le impone, solo consigue […] caer de lleno en el ridículo […]. La mujer […] será tanto mejor poetisa, logrará tanto mayor aprecio por su talento, cuando deje de ser menos mujer; que en las indiscutible preeminencia de su sexo, en la misión estéticamente consoladora que el Hacedor le ha confiado, es donde posee el único mágico resorte que ha de conmover, dirigir y subyugar al hombre, su compañero de escala de la creación.
Pasó por fortuna, como fugaz meteoro, aquella fiebre que, a mitad de siglo, se apoderó de algunas de nuestras compatriotas para hacerlas totalmente infelices y por añadidura insoportables y estériles para la humanidad y las letras […]. [L]a poetisa romántica […] apenas si ha dejado huella ni rastro alguno que permita fundar un estudio serio y detenido sobre tan desdichado fenómeno. [O]bras que pertenezcan a dicho género [han] pasado de moda, gracias a Dios.
Juan Pedro Criado y Domínguez. Literatas españolas del siglo XIX: apuntes bibliográficos. Madrid, Imprenta de Antonio Pérez Dubrull, 1889, pp. 21-22.