Henrik Ibsen, Casa de muñecas (1879)
Resumen
La obra se sitúa en los alegres y helados días de Navidad. Nora y Torvald Helmer son, en apariencia, un matrimonio perfecto. Llevan ocho años casados y tienen tres hijos. Ella figura como una estereotípica esposa de la alta burguesía, satisfecha, infantil y consentida; él, por su parte, es un próspero hombre de negocios que muy pronto va a convertirse en director de banco. No obstante, a lo largo de la obra vamos descubriendo grietas cada vez más visibles en el matrimonio. El detonante de la crisis surge por donde menos se lo espera. Nils Krogstad, un empleado de Torvald, ha cometido gestiones fraudulentas en el banco y, por ello, sabe que va a ser despedido. Nils descubre que, en el pasado, Nora falsificó un cheque para que Torvald pudiera ir de viaje a una cura de salud, así que decide chantajearla. (Cabe recordar que, en el XIX, la mujer no podía firmar documentos legales, así que las implicaciones no podrían ser más serias. Si el hecho llegara a descubrirse la ignominia caería sobre la familia Helmer.) Con motivo de las Navidades, los Helmer organizan una fiesta, teñida de tensión. Al final del evento, por desgracia, Torvald descubre una carta de Krogstad y se entera de todo. Aunque hoy día hay muchas reservas, muchos críticos consideran este final como un momento casi fundacional en el teatro feminista.