Skip to main content

Poemas y Sonetos: Estos versos, lector mío

Poemas y Sonetos
Estos versos, lector mío
    • Notifications
    • Privacy
  • Project HomePoemas y Sonetos
  • Projects
  • Learn more about Manifold

Notes

Show the following:

  • Annotations
  • Resources
Search within:

Adjust appearance:

  • font
    Font style
  • color scheme
  • Margins
table of contents
  1. Portada
  2. Información
  3. Amor inoportuno
  4. Ante la ausencia
  5. Cogióme sin prevención
  6. De amor y de discreción
    1. En que satisface un recelo con la retórica del llanto.
    2. Día de Comunión
    3. Dime vencedor rapaz
    4. Envía una rosa a la virreina
    5. Este amoroso tormento
    6. Estos versos, lector mío
    7. Excusándose
    8. Expresa los efectos
    9. Finjamos que soy feliz
    10. Letras para cantar
    11. Nacimiento de Cristo
    12. Oración traducida del Latín
    13. Primero sueño
    14. Pues estoy condenada
    15. Redondillas
    16. Sentimientos de ausente
    17. Teme que su afecto
    18. Ya que para despedirme
    19. A su retrato - Soneto CXLV
    20. A una Rosa
    21. Al que ingrato me deja, busco amante…
    22. Detente sombra
    23. Esta tarde, mi bien
    24. Feliciano me adora y le aborrezco
    25. Insinua su aversion a los vicios
    26. La sentencia de Justo
    27. Verde embeleso
  7. Autor
  8. Índice

Estos versos, lector mío

Estos versos, lector mío,
que a tu deleite consagro,
y sólo tienen de buenos
conocer yo que son malos,
ni disputártelos quiero,
ni quiero recomendarlos,
porque eso fuera querer
hacer de ellos mucho caso.

No agradecido te busco:
pues no debes, bien mirado,
estimar lo que yo nunca
juzgué que fuera a tus manos.
En tu libertad te pongo,
si quisieres censurarlos;
pues de que, al cabo, te estás
en ella, estoy muy al cabo.

No hay cosa más libre que
el entendimiento humano;
pues lo que Dios no violenta,
por qué yo he de violentarlo?

Di cuanto quisieres de ellos,
que, cuanto más inhumano
me los mordieres, entonces
me quedas más obligado,
pues le debes a mi musa
el más sazonado plato
(que es el murmurar), según
un adagio cortesano.
Y siempre te sirvo, pues,
o te agrado, o no te agrado:
si te agrado, te diviertes;
murmuras, si no te cuadro.

Bien pudiera yo decirte
por disculpa, que no ha dado
lugar para corregirlos
la priesa de los traslados;
que van de diversas letras,
y que algunos, de muchachos,
matan de suerte el sentido
que es cadáver el vocablo;
y que, cuando los he hecho,
ha sido en el corto espacio
que ferian al ocio las
precisiones de mi estado;
que tengo poca salud
y continuos embarazos,
tales, que aun diciendo esto,
llevo la pluma trotando.

Pero todo eso no sirve,
pues pensarás que me jacto
de que quizá fueran buenos
a haberlos hecho despacio;
y no quiero que tal creas,
sino sólo que es el darlos
a la luz, tan sólo por
obedecer un mandato.

Esto es, si gustas creerlo,
que sobre eso no me mato,
pues al cabo harás lo que
se te pusiere en los cascos.
Y adiós, que esto no es más de
darte la muestra del paño:
si no te agrada la pieza,
no desenvuelvas el fardo.

Annotate

Next Chapter
Excusándose
PreviousNext
Powered by Manifold Scholarship. Learn more at
Opens in new tab or windowmanifoldapp.org