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Pablo Neruda, España en el corazón: Shrine20220801 27337 Bgzcal

Pablo Neruda, España en el corazón
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  1. Invocación
  2. Explico algunas cosas

Pablo Neruda

España en el corazón

Himno a las Glorias del Pueblo en la Guerra

El gran poeta Pablo Neruda, (la voz más profunda de América desde Rubén Darío, como dijo García Lorca), convivió con nosotros los primeros meses de esta guerra. Luego en el mar, como desde un destierro, escribió los poemas de este libro. El Comisariado del Ejército del Este lo reimprime en España. Son Soldados de la República quienes fabricaron el papel, compusieron el texto y movieron las máquinas. Reciba el poeta amigo esta noticia como una dedicatoria.

Invocación

Para empezar, para sobre la rosa 

pura y partida, para sobre el origen 

de cielo y aire y tierra, la voluntad de un canto 

con explosiones, el deseo 

de un canto inmenso, de un metal que recoja 

guerra y desnuda sangre. 

España, cristal de copa, no diadema, 

sí machacada piedra, combatida ternura 

de trigo, cuero y animal ardiendo. 

Mañana, hoy, por tus pasos 

un silencio, un asombro de esperanzas 

como un aire mayor: una luz, una luna, 

luna gastada, luna de mano en mano, 

de campana en campana!

Madre natal, puño 

de avena endurecida, 

Planeta

seco y sangriento de los héroes!

Explico algunas cosas


Preguntaréis: ¿Y dónde están las lilas? 

¿Y la metafísica cubierta de amapolas? 

Y la lluvia que a menudo golpeaba 

sus palabras llenándolas 

de agujeros y pájaros? 

Os voy a contar todo lo que me pasa. 


Yo vivía en un barrio 

de Madrid, con campanas, 

con relojes, con árboles.


Desde allí se veía 

el rostro seco de Castilla 

como un océano de cuero. 


Mi casa era llamada 

la casa de las flores, porque por todas partes 

estallaban geranios: era 

una bella casa 

con perros y chiquillos. 


Raúl, ¿te acuerdas? 

¿Te acuerdas, Rafael? 

¿Federico, te acuerdas 

debajo de la tierra, 

te acuerdas de mi casa con balcones en donde 

la luz de Junio ahogaba flores en tu boca? 


¡Hermano, hermano!


Todo 

era grandes voces, sal de mercaderías,

aglomeraciones de pan palpitante, 

mercados de mi barrio de Argüelles con su estatua 

como un tintero pálido entre las merluzas: 

el aceite llegaba a las cucharas, 

un profundo latido 

de pies y manos llenaba las calles,

metros, litros, esencia 

aguda de la vida, 

pescados hacinados, 

contextura de techos con sol frío en el cual 

la flecha se fatiga, 

delirante marfil fino de las patatas, 

tomates repetidos hasta el mar. 


Y una mañana todo estaba ardiendo 

y una mañana las hogueras 

salían de la tierra 

devorando seres,

y desde entonces fuego, 

pólvora desde entonces,

y desde entonces sangre. 


Bandidos con aviones y con moros, 

bandidos con sortijas y duquesas, 

bandidos con frailes negros bendiciendo 

venían por el cielo a matar niños, 

y por las calles la sangre de los niños 

corría simplemente, como sangre de niños. 


¡Chacales que el chacal rechazaría,

piedras que el cardo seco mordería escupiendo, 

víboras que las víboras odiaran! 


¡Frente a vosotros he visto la sangre 

de España levantarse 

para ahogaros en una sola ola 

de orgullo y de cuchillos! 




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Semanas 9 & 10: La guerra civil española
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